miércoles, 28 de noviembre de 2012

La flauta travesera en la época romántica

ÉPOCA ROMÁNTICA

En esta época, la flauta concertante conoce un período agitado, pues los compositores románticos prefieren por lo general la voz humana, el piano, el violín o el violoncello; y van dejando cada vez más de lado los instrumentos de viento.

 La flauta sigue el curso que había comenzado en al Clasicismo, con un papel bastante importante dentro de la orquesta, pero en declive en cantidad y calidad de las composiciones de cámara y solos para flauta. Además, la flauta en este período está mutando constantemente su sistema de llaves; se encuentran simultáneamente sistemas de tres, cuatro, cinco y seis llaves; cada flautista intenta imponer el suyo.

Se produce una gran confusión, y todavía no están resueltos los problemas de amplitud del sonido, afinación y cromatismo. Los virtuosos prefieren componer ellos mismos sus obras, ya que conocen el instrumento, en vez de hacer encargos a los grandes compositores.

 La flauta se abandona momentáneamente, dado que las disputas provocadas hacen que los compositores dejen de componer para ella; en definitiva, el siglo XIX es pobre en buena música para flauta, pero rico en cambios y transformaciones técnicas que desembocarán en el surgimiento del sistema Boehm.

Características musicales en general.- Para el hombre romántico la música es un medio de evasión, de huida de la realidad y el olvido ante el fracaso de las revoluciones. Es también un modo de expresión de los sentimientos, y por ello supone el alejamiento del respeto de la música clásica a la norma, que quita la libertad de expresión. La música es el modo de transmisión de los subjetivo, es el modo de entrar en un mundo imaginario e irreal, por ello el lenguaje musical romántico es tan variado. En definitiva, el Romanticismo supone buscar en la música más el contenido que la forma, en contra del Clasicismo, y por ello se dan las siguientes características: Libertad en cuanto a la forma. Predominio de la fantasía y de la expresión emocional totalmente libre. Énfasis en lo lírico, con ricas modulaciones, armonías, cromatismos y abundante uso de la disonancia. Textura compleja y densa, no clara. Riqueza y variedad de todo tipo de piezas, sobre todo pequeñas piezas de piano, que huyen de la forma perfecta clásica. Interrelación de la música con otras artes, lo que da lugar a la música programática. Búsqueda de la unidad de la obra con nuevos sistemas como la idea fija o Leitmotiv, o con el sistema cíclico. Búsqueda del virtuosismo. Nacimiento de corrientes musicales variadas, como son los Nacionalismos. Música para flauta.-

Los mayores compositores de la época no hicieron demasiado caso a la flauta por lo general, por las razones que antes hemos explicado. La mayor parte de la música para flauta de esta época fue escrita por los propios virtuosos, pero esto no quiere decir que toda la música para flauta fuera hecha por flautistas. Vamos a empezar viendo la música de los compositores que no eran flautistas: Carl maría von Weber, uno de los introductores del Romanticismo en Alemania, hizo algunas importantes contribuciones al repertorio flautístico: Su Romanza Siciliana para flauta y orquesta, un Trio para flauta, cello y piano, importante por yuxtaponer los rasgos clásicos y románticos, además de 6 Sonatas para flauta y piano, op 10. Saverio Mercadante, en su juventud, compuso 6 Conciertos para flauta y algunos Duos, Trios y Cuartetos para flauta e instrumentos de cuerda. Friedich Kuhlau, llamado a menudo “el Beethoven de la flauta”, aunque apenas sabía tocarla un poco; pero tenía un perfecto conocimiento del instrumento. Escribió varias sonatas que fueron muy admiradas por los críticos de su época. Compuso también algunos duos, con forma muy convencional (tres movimientos: forma sonata, ternaria y rondó) y con las dos voces de igual dificultad técnica. Sus trios son bastante similares a los duos, pero con una primera voz predominante sobre las demás. Tiene además 12 Caprichos para flauta sola y un Cuarteto para flautas.

Peter Joseph von Lindpaintner, aunque compuso muchas obras para flauta, entre ellas dos Sinfonías concertantes y un conjunto de variaciones sobre un tema de Beethoven, estas no son muy originales, y hoy es apenas conocido por sus Estudios op.26, que reflejan a la perfección el espíritu romántico. Ignaz Moscheles compuso dos Sonatas para flauta y piano, op 44 y 79, y un Concierto en Fa M para flauta, oboe y orquesta, en los qu combina sabiamente el espíritu clásico y el romántico.

Carl Reinecke, gran admirador de Mozart, compuso cadencias para varios de sus Conciertos para flauta. Escribió para flauta y orquesta su Balada op.288 y su Concierto op. 283; pero es mucho más conocido por su Sonata Undine, para flauta y piano, inspirada en la novela del mismo nombre de F de la Motte Fourqué. Esta Sonata es importante por centrarse en la verdadera música de calidad, y no ser una mera exhibición de técnica, tan habituales en la época. Otros compositores del Romanticismo que escribieron algunas piezas para flauta son: Molique, con su Fantasía sobre un tema de “Der Freischutz”, o su Concierto para flauta op.69, E. Pessard, con su “Andaluse”, B. Godard, con su “Suite de Trois Morceaux”, Cecile Chaminade, y algunos más de escasa importancia. Por lo general, los más grandes compositores románticos no escribieron apenas para flauta: Chopin compuso solo unas variaciones sobre un tema de Rossini, Schubert un conjunto de variaciones sobre el ciclo “Die Schone Mullerin”, y Saint-Saëns compuso una Romanza para flauta y orquesta, y su “Odelette”, para flauta y orquesta.

La gran mayoría de las obras para flauta del siglo XIX las escribieron los propios flautistas. Son carentes de innovación o imaginación notable, y se centran completamente en el virtuosismo del intérprete; la orquesta se limita a dar algunos pobres acordes de acompañamiento, sin apenas relevancia armónica. Esta tradición de flautistas-compositores duró bastante tiempo, y dio algunos nombres célebres: Theobald Boehm, en su faceta de compositor, escribió bastantes obras, de las que las más conocidas son sus Variaciones op.4 y sus Fantasias op 21 Franz Doppler, combinó en sus obras influencias italianas, rusas, polacas y húngaras. Su obra más conocida es la “Fantasía Pastoral Húngara”, ejemplo de virtuosismo de la flauta y mínima importancia de la orquesta. Wilhem Popp fue un prolífico compositor para flauta, destacando sus “Nighttingale Serenade”, su “Polka di Bravura”, y un conjunto de estudios. Como anécdota cabe destacar su “Bagatelle”, en la que un solo intérprete debe tocar la flauta con la mano izquierda y el piano con la derecha simultáneamente.

Paul Taffanel fue sin duda el flautista más destacado de esta etapa. Además de destacar como intérprete, profesor (con importantes innovaciones en el campo de la enseñanza: su célebre Método, escrito junto con P. Gaubert), lo hizo como compositor, pero su verdadero mérito está en conseguir que la flauta fuera recuperando el interés de los compositores y volviera a merecer la atención de todos. Otros flautistas que compusieron algunas obras para flauta fueron J. L. Toulou, con sus “Grandes Solos”, L. Droudet, Fürstenau, G. Kummer, G. Briccialdi, K.J. Andersen, J. Demersseman y H. Altés, que fue más destacado como pedagogo, por su célebre Método, una verdadera revolución en la enseñanza de la flauta.

Theobald Böhm



Theobald Friedrich Böhm nació en München, Baviera, el 9 de abril de 1794, el mayor de 11 hermanos.
Aprende el oficio de su padre, orfebrería, en el que ya era un experto a la edad de 14 años.
En 1800 empieza es estudiar flauta dulce. Dos años más tarde se pasa al estudio de la flauta.
En 1810 vende su instrumento, tras construirse su propia flauta con 4 llaves, inspirado en un modelo de Grenser en Dresde.
Durante los dos años siguientes 1810-1812 tomó lecciones de Johann Nepomuk Kapeller (1776-1825), flautista de una orquesta de München, clases que pagaba fabricándole flautas mejoradas y aprovechando para mejorar su propia habilidad de fluthier.
En esa época su Segundo empleo, el primero es orfebre, trabaja de flautista em en el teatro Isarthor de München.
El 1 de Junio de 1818 consigue el puesto de flautista en la Orquesta Real de Baviera, en la corte de München.
Según una enciclopedia de la época era un auténtico virtuoso de la flauta (Mendel, H. / Reißmann, A.: Musikalisches Conversations-Lexicon. Berlín, 1880, Tomo 1, p. 68).
Dedicaba las tardes a tocar en la orquesta y las mañanas a la fabricación de flautas y a la experimentación con diversos materiales, usando diferentes tipos de madera y metal (oro, plata, níquel, cobre) y modificando las posiciones y dimensiones de los orificios.
Una gira por Europa entre 1816 y 1818 le lleva a Suiza y a Estrasburgo. En sus conciertos sólo utiliza flautas construidas por él mismo.
Entre 1818 y 1820 recibe clases de composición de Grätz y de orquestación de Stunz.
El 30 de Octubre de 1820 se casa con Anna Rohrleitner (1796-1875) en München. El 11 de Diciembre de este mismo año estrena en München su primera composición, el Concierto en Sol Mayor ( dedicado a Forstenau).
En 1821 y 1822 da una gira por toda Alemania.
En 1822 nace su primera hija, Maria; un año después su primer hijo, Ludwig
Los dos años siguientes vuele a dar una gira de conciertos por Alemania junto a Molique.
En 1825 nace se segundo hijo, Karl.
Un año después y durante dos años vuelve a salir de gira por el sur de Alemania y Suiza. Al final de la gira nace su tercer hijo, Theobald.
En el verano de 1828 hace una tournée por Austria y el norte de Italia. Al retorno de dicha gira, en Octubre de ese año monta su propio taller de flautas.



Flauta Böhm de 1829
En 1829,30 y 31 nacen consecutivamente sus cuarto, quinto y sexto hijos ( Wilhelm, Max, August).
En 1831 empieza una gira por Francia e Inglaterra y conoce a William Gordon, co-inventor de la flauta Böhm. Allí, en Inglaterra, donde los flautistas eran muy solicitados, se hizo amigo del famoso flautista Charles Nicholson. La potente sonoridad de Nicholson le llevan a decidirse por la investigación y creación de un nuevo mecanismo que le permita obtener un sonido tan potente como el de las flautas inglesas con grandes agujeros para la época. Se trataba de ajustar los mecanismos, problema del instrumento desde siempre.
En 1832, construye un instrumento con el “sistema Böhm”, por oposición al tradicional “Sistema simple”, que asocia el tradicional cuerpo cónico con un nuevo sistema de llaves, y que lleva en sus giras europeas de los años posteriores, promoviéndolo en Francia e Inglaterra, donde sus ideas tuvieron buena acogida en general, aunque también hubo grandes detractores, como el profesor del Conservatorio de Paris Jean-Louis Toulou.



Flauta Böhm de 1832
El 25.4.1833 da su primer concierto en el Odeón
Su amigo y profesor de física Karl Emil von Schafhaeutl le proporcionó un nuevo método de extracción del hierro a partir del mineral bruto
Durante ese año y el siguiente trabaja con en München Gordon, que fabrica la flauta según su propio sistema en los talleres de Böhm
A su regreso a Francia en 1834, pudo constatar el gran éxito de su instrumento en aquel país. De vuelta a Alemania, introdujo nuevas mejoras: abandona el cuerpo cónico en favor del cilíndrico, de nueva concepción
En 1837 nace su séptimo hijo, Otto. En Mayo de ese año presenta su flauta en la Academia de Ciencias de Paris.
En enero de 1839 es nominado como Caballero de primera clase de mérito de la orden Bávara de San Miguel. Deja sus investigaciones en el tqaller para dedicar más tiempo a otras actividades.
En 1840 llega a un acuerdo con Godfroy, Rudall & Rose para fabricar su flauta.
Tres años más tarde sale su “Patentflute”.
De Agosto a Noviembre del 1845 Moritz Forstenau recibe lecciones de Böhm.
Los dos años siguientes estudia acústica en la Universidad de München con Karl Schafhautl.
Utiliza plata para el cuerpo tubular de la flauta; hace los agujeros lo más grandes posible, determinando con ayuda de la acústica su ubicación correcta. Luego diseña los platos abiertos que se complementan con los agujeros de tamaño superior.
Introduce asimismo la embocadura rectangular y el tapón de la cabeza, que asegura que las octavas estén afinadas.
A finales del primer año decide la construcción de flautas cilíndricas.
En 1847 publica “Über den flutenbau and die neuesten Verbesserungen desselben“. El mismo año reabre su taller y fabrica su primera flauta de metal.



El nuevo instrumento fue patentado en 1847, con una flauta ya con cuerpo de metal; con el cuerpo cilíndrico y la cabeza ligeramente cónica. Pronto Theobald concede licencia de fabricación a los mayores productores europeos (entre otros Rudall, Carte and Rose en Inglaterra, Godefroy Ainé y Louis Lot en Francia), iniciándose así la irresistible extensión de su sistema. Su flauta fue mostrada en la Exposición Universal de Londres de 1851.
En 1855 presenta la flauta en la Exposición Universal de Paris junto a su libro.
Los agujeros de la flauta ya no se colocan donde resulte más fácil tocarlos según los dedos del flautista, sino en los lugares que obtienen una mejor acústica, ligando los agujeros a la anatomía de los dedos por medio de llaves.
Ls digitaciones se vuelven más sencillas, especialmente el Si bemol y los Fa y Do naturales. Es ya posible tocar en todas las tonalidades sin pérdidas de sonido. Los sonidos de la tercera y la cuarta octavas suenan mucho más afinadas.
Su registro básico es de tres octavas, desde el do4 (el sonido de la tecla central del piano) hasta el do7. Ese registro puede ampliarse hasta tres octavas y una quinta justa, desde el si3 hasta el fa#7. La nota grave adicional se consigue añadiendo una llave (es importante hacer notar que sólo algunas pocas flautas han sido fabricadas con llaves adicionales, para alcanzar la nota si bemol 3, por ejemplo). El extremo agudo (la quinta justa que comprende del do#7 al fa#7) se logra mediante la ejecución de armónicos, técnica que depende de la capacidad del ejecutante y que debe ser adquirida con práctica y un estudio riguroso de la sonoridad.



Flauta Alto c. 1880
En su tratado de 1871 "Die flute and das flutenspiel in akustischer, technischer and artistischer Beziehung" (La flauta y el arte de tocarla) describe los principios acústicos, técnicos y artísticos de su sistema, que fue aplicado posteriormente al clarinete y a otros instrumentos. Por ejemplo, el saxofón y otros instrumentos de la familia del viento-madera se dotaron de un sistema similar. Las flautas modernas se fabrican, todavía hoy y sin apenas variaciones, con sus modificaciones.
En la última etapa de su vida se dedicó a la invención y perfeccionamiento de un nuevo instrumento perteneciente a la familia de las flautas y dotado de su sistema de llaves similar: la flauta travesera contralto.



Böhm trabajó en campos tan diversos como: la fabricación de pianos y violonchelos , los telescopios para detectar incendios y hasta un tipo de chimenea para máquinas de tren de vapor
En su faceta de maestro gozaba también de gran prestigio. Entre los más famosos de sus más de 100 estudiantes se encuentran en Europa Fürstenau Moritz (Dresde), Hans Heindl (Viena), Karl Krüger (Stuttgart) y Rudolf Hasta Metz (Munich), en USA . San Martín Heindl (Orquesta Sinfónica de Boston), Carl Wehner (Nueva York Orquesta Filarmónica) y Eugene Weiner (Nueva York).
Murió en Munich a la edad de 87 años, el 25 de noviembre de 1881,.
Las principales aportaciones de Böhm al campo de la fabricación de instrumentos fueron dos:
  1. El uso de un cuerpo cilíndrico, en lugar del cónico tradicional (ahora utilizado en los modernos flautines). Böhm superó la principal dificultad (que era la entonación de la octava) introduciendo una leve conicidad en la cabeza del instrumento.
  2. La introducción de un sistema de llaves que mejora la ergonomía del instrumento, y que permite posicionar y dimensionar los orificios de manera óptima desde el punto de vista acústico, y que determinó a través de consideraciones teóricas y de experimentación práctica. El sistema de llaves de la época solamente tenía como misión facilitar la ejecución del intérprete, y no mejorar la acústica del instrumento. Mediante el sistema tradicional de orificios, éstos veían limitado su tamaño y colocación a las posibilidades de la mano del intérprete. Con el nuevo sistema, tanto el tamaño como la disposición se rigen por razones acústicas, al tiempo que permiten al intérprete una digitación más cómoda.
El resultado fue un instrumento más fácil de tocar y con una tesitura superior a los tradicionales.
Sobre el número de flautas producidos hasta 1847, uno sólo puede especular (primer taller Teobaldo Boehm, 1828-1839, tal vez unas 150 flautas; taller Boehm y Greve, 1839-1846, tal vez unas 100 flautas), el número aproximado de 1847 , se desprende de los fragmentos de libros de negocios (segundo taller Teobaldo Boehm, 1847-1861, cerca de 150 flautas; taller Boehm y Mendler, 1862-1888, cerca de 400 flautas). Hoy en día existen cerca de 250 flautas supervivientes de T. Böhm y sus socios y sucesores, de los cuales aproximadamente la mitad está en los museos.

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